Las fracturas óseas son interrupciones en la continuidad del hueso que pueden ocurrir debido a diversas causas, incluyendo traumatismos como ocurre en caídas o golpes, estrés repetitivo o condiciones patológicas subyacentes. Estas lesiones son comunes y afectan a personas de todas las edades.
Fracturas óseas, porqué ocurren este tipo de lesiones
Traumatismos
La causa más común de fracturas es el traumatismo. Los accidentes automovilísticos, las caídas y los impactos durante actividades deportivas son ejemplos típicos. La energía del impacto excede la resistencia del hueso, provocando su fractura.
Estrés Repetitivo
Las fracturas por estrés ocurren debido a microtraumatismos repetitivos que superan la capacidad del hueso. Son frecuentes en atletas o personas con baja densidad ósea. Ejemplo: impactos repetitivos por saltos continuos que excedan la capacidad de tolerar carga por parte del hueso.
Condiciones Patológicas
Algunas enfermedades, como la osteoporosis, debilita los huesos y los hacen más susceptibles a fracturas. En estos casos, incluso un traumatismo menor puede causar una fractura.
Tipos de fracturas
Las fracturas se clasifican según diferentes criterios:
- Según el patrón o forma de la fractura: transversales, oblicuas, espirales, conminutas (múltiples fragmentos).
- La comunicación con el exterior: cerradas (sin comunicación, no traspasan la piel) y abiertas (con comunicación, traspasan la piel y generan una herida).
- Según la localización anatómica: diafisarias (en el cuerpo del hueso), epifisarias (en los extremos del hueso), metafisarias (en las zonas de crecimiento del hueso, muy típicas en niños/adolescentes en crecimiento)
Tiempos de recuperación tras una fractura ósea
El tiempo de recuperación de una fractura depende de varios factores, incluyendo la severidad de la fractura, la localización, la edad del paciente y su estado de salud general.
- Simples: Pueden tardar entre 6 a 8 semanas en sanar.
- Complejas: Pueden necesitar de 12 a 16 semanas o más.
- Fracturas en niños: Generalmente sanan más rápido debido a la mayor capacidad de regeneración ósea.
Tratamientos
Tratamiento Conservador
El tratamiento no quirúrgico incluye la inmovilización del hueso fracturado utilizando yesos, férulas o dispositivos ortopédicos. Este método es adecuado para fracturas simples y estables.
Reducción Cerrada y Fijación
Para fracturas desplazadas, se puede realizar una reducción cerrada (manipulación externa para alinear los huesos) seguida de la inmovilización.
Tratamiento quirúrgico
Las fracturas abiertas, las fracturas inestables o las que no se pueden alinear adecuadamente mediante métodos cerrados, a menudo requieren intervención quirúrgica. La fijación interna mediante placas, tornillos, clavos intramedulares o fijadores externos puede ser necesaria.
Fisioterapia ¿cómo podemos ayudarte?
Tratamientos durante inmovilización
Durante la inmovilización, podemos optar por terapias que ayuden a acelerar el proceso de consolidación como lo hace la magnetoterapia. En estos casos nosotros utilizamos la Magnetolith, una tecnología innovadora y muy potente con la que incluso podemos notar alivio del dolor durante este periodo.
Tratamientos tras inmovilización
Después de la inmovilización o cirugía, la rehabilitación es crucial para restaurar la funcionalidad. Esto incluye técnicas para mejorar la movilidad, fortalecer los músculos, ganar estabilidad y reducir la rigidez articular.
En resumen
Las fracturas óseas son lesiones comunes que requieren un diagnóstico y tratamiento adecuados para asegurar una recuperación óptima.
Comprender los mecanismos lesionales, los tiempos de recuperación y los tratamientos disponibles es fundamental para el manejo eficaz de estas lesiones.
Con un abordaje adecuado, la mayoría de las personas pueden esperar una recuperación completa y un retorno a sus actividades normales.
Si estás en esta situación no dudes en ponerte en contacto con nosotros para valorar tu caso y poder plantearte el mejor tratamiento para tu recuperación.
Un artículo de Manu Moreno
Fisioterapeuta de Vital&Clinic