Dentro de una lucha. Fuera de Julia, contra la COVID-19

 

Con solo 20 años, acumula más de 60 días en primera línea de batalla. Más de 60 días experimentando emociones. Más de 60 días en otra piel. Una piel desconocida, una piel herida. Han sido más de 60 días interminables fuera de casa, fuera de Julia Yuste, una sanitaria veleña contra la COVID-19.

 

Desde el 3 de abril la vida para Julia Yuste, auxiliar de enfermería de Vital&Clinic,  ha cambiado. La valiente decisión de irse a Madrid para combatir la enfermedad por COVID-19 ha supuesto un punto de inflexión. Más humana, más quebrada, más fuerte. Julia Yuste ha sido una de las heroínas que decidió dejar su vida para entregarse a la de otras personas, para acompañarlos en su lucha contra el coronavirus.

 

Habitaciones llenas, ritmo frenético, impotencia, llantos, pérdidas y un inevitable contagio que ahora la ponía del otro lado, del lado de los que necesitan ayuda. Unas sensaciones inimaginables que Julia Yuste nos relata  en una carta para el diario ABC.

 

”El 3 de abril abandonaba mi casa en Málaga para irme a Madrid a luchar contra este maldito bicho”. Así comienza la carta de esta sanitaria que cargada de valentía y desconocimiento, puso rumbo a la capital española para mostrar humanidad y entrega y coincidir con compañeros, ahora familia, en su misma situación.

 

“Era increíble tener un mal día, llegar al hotel y que siempre hubiese alguien esperándote para escuchar el turno horrible que habías tenido”, continúa Julia, insistiendo en que su experiencia en el hospital estuvo protagonizada por un mar de emociones porque “igual al paciente de la 314 le habían dado el alta y el paciente de la 315 estaba muriendo. Fueron días tristes, de llorar de la impotencia, de echar de menos, de turnos interminables, de no poder quitarte el EPI durante todo el turno”, escribe nuestra auxiliar de enfermería, Julia.

 

Unas emociones cargadas de cansancio y contagio. Porque el 25 de abril, la valiente Julia dio positivo en Covid-19 tras sufrir evidentes síntomas. “Había dejado mi vida, mis sueños, mi casa, todo para ir a ayudar y ahora me tenían que ayudar a mi. En mi cabeza no entraba que me estuviera pasando esto, una chica de 20 años, sin ningún tipo de antecedentes, pero sí, también me ha tocado”, continúa Yuste.

 

Fuera, la suerte de un país arropado por miles de Julias que han puesto en riesgo su vida por salvar la de los demás. “Me frustro cuando veo a la gente incumpliendo las normas establecidas por el Gobierno. No os imagináis la tristeza que siento cuando veo que salen sin ningún tipo de protección, por no hablar de los que no cumplen las distancias de seguridad, ni los horarios. Os cuento mi experiencia no para daros pena, sino para concienciar de que el maldito virus puede estar en cualquier lado y puedes pasarlo medianamente bien, como yo, incluso ser asintomático como otros compañeros o pasarlo como nuestros mayores o las personas con antecedentes, con problemas respiratorios. Por favor, si no lo hacéis por vosotros, hacedlo por ellos”.

 

Con estas palabras finaliza Julia Yuste su carta, escrita con el corazón, con la tristeza, con la esperanza. El día 8 Julia Yuste volvió a Vital&Clinic, donde orgullosos y con una lección de humanidad, aprenderemos de su valentía.

 

A todas las Julias, gracias.

   

Puedes leer la carta completa aquí

 

 

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