El linfedema es la deficiencia de funcionamiento del sistema linfático que produce una acumulación de líquido en algún o algunos miembros del cuerpo. Se cataloga en dos categorías: primario, de origen desconocido y considerado una enfermedad rara según la Organización Mundial de la Salud; y secundario que surge de un trauma o lesión del sistema linfático por causas externas.
El linfedema secundario es el más común, se desarrolla en 1 de cada 4 casos de cáncer de mama, pero también por determinadas cirugías, radiaciones, tumores o infecciones. Aunque la tendencia será que estos indicadores irán revirtiendo gracias a las cirugías cada vez más conservadoras de mama.
En la 11ª Conferencia FORCEs Against Hereditary Cancer celebrada recientemente en San Diego, California; se puso de manifiesto a nivel global la falta de información y educación que tienen los pacientes cuando se detecta la enfermedad. Una realidad que se extrapola a España, ya que muchos pacientes reconocen tener falta de información sobre su afección.
El sistema linfático es complejo en sí mismo y está presente en todos los tejidos del cuerpo humano excepto en la epidermis, los cartílagos, la lente ocular, la córnea, la retina y la médula ósea. Sus funciones principalmente son la homeostasis de líquidos (autorregulación del cuerpo humano que lleva al mantenimiento de la composición del medio interno del organismo), el drenaje de líquidos intersticiales, el movimiento de células inmunitarias y la absorción de lípidos.
Independientemente de ser un sistema importante por el alcance y las funciones que tiene, el estudio del sistema linfático es relativamente joven, hace sólo 20 años que se descubrieron marcadores linfáticos, desde la identificación de estos marcadores se establecieron las diferencias fundamentales entre el sistema vascular y linfático. Lo que conllevo un estudio más profundo de este complejo sistema y de las patologías asociadas a él, como es el linfedema.
El linfedema no tiene cura, pero sí tratamiento y medidas para evitar su progresión. Existen cirugías específicas para mejorarlo, pero para esta enfermedad es la fisioterapia especializada la que juega un papel fundamental. Actualmente existen cada vez más fisioterapeutas formados para tratar patologías linfáticas con muy buenos resultados en la reducción de los edemas, pero lo más importante es la educación de cada uno de los pacientes.
En Vital&Clinic somos conscientes de la carencia de información que tienen los afectados y por ello contamos con una Unidad de Linfedema y Fisioterapia Oncológica, que trata de forma multidisciplinar la patología (fisioterapia, nutrición, psicología, expertos deportivos…). Se trata la enfermedad, se ayuda al paciente a conocer mejor su linfedema, se le enseña a controlarlo, a modificar hábitos perjudiciales y aprenden a vivir con ello, ganando calidad de vida.