El síndrome genitourinario se define como el conjunto de síntomas y signos asociados con la disminución de estrógenos y otros esteroides sexuales que se relacionan con cambios en los labios mayores y menores, introito, vestíbulo vulvar, clítoris, vagina, uretra y vejiga.
¿Cuáles son esos síntomas?
- Sequedad vaginal
- Dispareunia (dolor durante relaciones sexuales), pérdida de libido
- Atrofia vaginal
- Estenosis vaginal
- Sangrado vaginal
- Incontinencia urinaria
El síndrome genitourinario se da en mujeres menopáusicas y también, en aquellas mujeres que han sufrido una menopausia precoz, como es el caso de mujeres que han pasado por un proceso oncológico: cáncer de mama y cáncer uroginecológico.
Las tasas de supervivencia en cáncer de mama y ginecológico están aumentando. Una vez superado se ven afectadas la calidad de vida, la función sexual y la salud vaginal.
Estos síntomas no son provocados sólo por la radiación a la que son sometidas durante el tratamiento del cáncer sino que además el tratamiento hormonal que reciben inducirá a una menopausia precoz manifestando estos síntomas.
Un correcto abordaje y educación de dichos pacientes ayuda a que las mujeres ganen más confianza y se disminuya los niveles de ansiedad y dolor, mejorando su calidad de vida.
¿Cuáles son los objetivos a conseguir desde la fisioterapia?
- Mejorar el estado de la mucosa
- Hidratación y mejora de la sequedad vaginal
- Evitar con un trabajo precoz el cierre de las paredes vaginales (estenosis)
- Conseguir una calidad de movimiento y fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico.
- Tratamiento del dolor
¿Cuáles son los tratamientos de fisioterapia adecuados?
- Educación terapéutica.
- Cuidados e hidratación de la vulva y vagina.
- Concienciación de la musculatura del suelo pélvico.
- Ejercicio terapéutico individualizado.
- Uso de dilatadores, vibradores terapéuticos.
- Radiofrecuencia
Si necesitas diagnóstico y tratamiento en Vital&Clinic contamos con unidades específicas tanto de ginecología como de fisioterapia de Suelo pélvico.
Un artículo de Elena Jiménez
Fisiterapeuta especialista de Vital&Clinic