¿Por qué siento mareos al tumbarme y que relación tiene con el sistema vestibular?

Antes de explicar la relación de los mareos con el sistema vestibular deberías saber que cuando esto sucede el origen del problema suele estar relacionado con una afección del oído interno. Y es que, es ahí donde reside nuestro sistema vestibular, el encargado de permitir a nuestro cerebro controlar la posición de nuestro cuerpo en el espacio y de informarle si se está moviendo o no.

¿Qué es y cual es la función del sistema vestibular?

El sistema vestibular consta de dos partes:

  • Periférico: El sistema vestibular periférico es una red de canales llenos de líquido y un pequeño órgano en el centro llamado otolito que se encargan de detectar el movimiento y enviar información sobre cómo se mueve tu cuerpo al cerebro. El otolito se encuentra cubierto por una membrana gelatinosa y pegajosa, en la que se incrustan unos cristales de calcio microscópicos que se mueven cuando se mueve la cabeza, proporcionando la información sobre la velocidad y la dirección de tu movimiento al cerebro. Mientras los cristales permanezcan firmemente incrustados en las membranas, proporcionarán información precisa. Sin embargo, cuando se desprenden de la membrana, quedan atrapados en los canales de líquido, y cuando éstos se mueven hacen que tu cerebro piense que te estás moviendo incluso cuando estás parado, lo que provoca el fenómeno que llamamos vértigo. Si estos cristales sueltos se  acumulan en estos canales, puede provocar un vértigo persistente.
  • Central: El sistema vestibular central es la parte del cerebro que recibe la información del sistema vestibular periférico. Esta información se procesa junto con la procedente de los sistemas visual y somatosensorial (articulaciones, músculos y sensación de la piel) para coordinar los movimientos y permitirnos movernos con determinación y precisión.

 

Los daños o disfunciones en el sistema vestibular periférico y/o central provocan síntomas de mareo.

Los mareos que se producen al tumbarse o darse la vuelta suelen estar causados por el movimiento de los cristales de calcio en los canales del sistema vestibular periférico. Siendo éste, el principal y más frecuente causante de nuestro problema.

A este tipo de mareo lo llamamos vértigo y su forma denominación común se llama VÉRTIGO POSICIONAL PAROXÍSTICO BENIGNO (VPPB).

  

Si te mareas solo cuando te acuestas, quizás el sistema vestibular periférico sea el culpable.

 

El Vértigo Posicional Paroxístico Benigno (VPPB) se produce cuando los cristales de su oído interno se desprenden de la membrana otolítica que normalmente los mantiene en su sitio. Activando de manera inadecuada los canales del oído interno que proporcionan al cerebro información sobre la velocidad y la dirección de los movimientos de nuestro cuerpo.

Los síntomas de mareo relacionados con el VPPB se producen al tumbarse o darse la vuelta en la cama, y suelen cesar al cabo de 15 o 20 segundos una vez que los cristales dejan de moverse en los canales del oído interno.

Cuando estás tumbado, los cristales desprendidos se asentarán en el canal del oído interno y el resultado es un desajuste entre la información que el cerebro recibe del sistema vestibular y la de los demás sistemas sensoriales (visión, tacto), y te sentirás mareado mientras tu cerebro intenta dar sentido a la discrepancia.

Algunas personas sólo se marean cuando giran a la derecha o a la izquierda.

Tratamientos 

Como tratamiento principal en fisioterapia de esta disfunción es devolver al orden la acumulación anómala de los pequeños cristales en la red de canales del oído interno a través de una sería de maniobras y cambios posturales rápidos que favorezcan la recolocación de los mismos.

Las técnicas, maniobras o ejercicios más conocidos son los de Eppley, Brandt-Daroff o Dix-Hallpike y se recomienda realizar repetirlas de 2 a 3 veces al día durante un par de semanas incluso, dependiendo del grado de afectación.

RUBÉN DÍAZ FISIOTERAPEUTA

 

Si necesitas saber más o crees que puedes sufrir vértigos
te invitamos a pedir cita en nuestro centro.

Un artículo de Rubén Díaz,
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isioterapeuta de Vital&Clinic

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