Los pies se encargan de soportar todo el peso del cuerpo, a esto hay que añadir los diferentes movimientos y posiciones que adoptamos durante el día (subir/bajar escaleras, estar de pie, soportar peso con mochilas o bolsos…), donde en la mayoría de los casos usamos un calzado poco adecuado como es el uso de tacones.

En el apoyo del pie descalzo sobre una superficie plana, la parte delantera del pie (antepié) soporta el 43% del peso corporal, mientras que la parte posterior del pie soporta el 57% (retropié). Este reparto cambia cuando llevamos tacones ya que se eleva la zona de apoyo del retropié, provocando un mayor soporte en la zona del antepié, por tanto, hay una distribución incorrecta del peso corporal durante el apoyo. Además, se altera la postura natural del cuerpo con la consecuencia del desplazamiento hacia delante del centro de gravedad para equilibrar la posición, se tensa la musculatura erectora de la espalda ocasionando sobrecargas musculares y se genera estrés en rodilla y columna.

A corto y largo plazo se pueden producir:

  • Osteoartritis y deformaciones de todos los dedos (dedos en garra, dedos en martillo…)
  • Cansancio muscular general.
  • Acortamiento de la musculatura posterior de la pierna y tendón de Aquiles.
  • Tensión en fascia plantar.
  • Esguinces de tobillo.
  • Metatarsalgias.
  • Problemas en la columna como aumento de la lordosis lumbar que puede favorecer la aparición de lumbalgias, aumento de lordosis cervical y exagera la cifosis dorsal.
  • Inestabilidad de la pisada al caminar.
  • Rotación de la tibia ocasionada por posición forzada.Altura de tacones y distribución del peso
  • Artrosis de pies y rodilla.
  • Facilidad de sufrir hallux valgas, los conocidos juanetes.

Sugerencias:

  • Usar zapatos de tacón de 4-5 cm máximo y evitar puntas de aguja, ya que aumentan la inestabilidad del tobillo.
  • Uso de plantillas personalizadas si usamos el tacón de forma continuo.
  • El zapato debe estar hecho con materiales de buena calidad y que permitan la movilidad de los dedos en su interior. Que se adapte al pie y no sean estrechos por la parte delantera para evitar deformidad de dedos.
  • Realizar masajes con cremas para descongestionar.
  • Evitar su uso diario y largas distancias.
  • Alternarlo con zapatos planos para evitar el acortamiento muscular.

En Vital&Clinic contamos con grandes especialistas y las tecnologías más innovadoras para poder tratar todas las patologías producidas por el uso inadecuado del calzado.

ANA HIERRO FISIOTERAPEUTA

 

 

 

Ana Hierro
Fisioterapeuta

 

Recommended Posts
pie diabético tratamiento hiperbárica