¿Qué entiendes por contracturas?

La mayoría de la población asocia el término de  “contracturas”  a una “zona tensa, músculo rígido o un nudo que le genera dolor y no le permite moverse libremente”. Durante años hemos usado este término como un cajón desastre para explicar una serie de signos clínicos que en ocasiones no son sencillos de explicar.

Las “contracturas musculares” ocurren en personas con patología neurológica, en las que un músculo patológico presenta una contracción mantenida y acumula ácido. Las coloquialmente llamadas “contracturas”, es dolor muscular como consecuencia de una irritación de las terminaciones nerviosas libres, creando una mayor sensibilización.

Normalmente el origen de este proceso es una falta de movimiento y por tanto de oxígeno en el tejido, sobrecarga o un dolor referido de otro tejido. La tensión o dolor que nota cada paciente es subjetiva. Además, cuando estamos 2-3 horas sin movernos, liberamos una serie de sustancias químicas que producen inflamación y por lo tanto dolor.

En realidad no es esa “gran contractura” la que produce el dolor, es la falta de movimiento y el acúmulo de sustancias como el ácido, las cuales nuestro cerebro reconoce como un peligro, generando dolor para avisarnos de que necesitamos movernos.

La solución final es más fácil de la que podríamos pensar: movimiento. El organismo necesita una buena circulación sanguínea y oxigenar los tejidos, para poder funcionar en equilibrio.

Es cierto que al realizar un masaje o cualquier tipo de terapia analgésica, se produce una interacción con el sistema nervioso, que modula la sensibilidad al dolor, por lo que notamos alivio.

Por lo tanto, es cierto que una terapia manual es beneficiosa para nuestro sistema, nos produce analgesia y libera una serie de sustancias que nos llevan a un estado de relajación, pero todos tenemos en nuestra mano una muy buena herramienta para disminuir el dolor o al menos hacer que tarde más en aparecer.

Recomendaciones

  • Si trabajas sentado, intenta moverte y caminar cada hora, con 5 minutos es suficiente.
  • Haz deporte y trabaja la fuerza, así tu organismo será capaz de resistir más tiempo sin llegar a percibir dolor.
  • Aliméntate de forma adecuada, tendrás menos sustancias perjudiciales que tu organismo detecte como amenaza.
  • Realiza actividades que te relajen, te gusten, así disminuirá tu nivel de estrés. Conseguirás reducir tu sensación de tensión y rigidez muscular.

Borja Fisioterapia Málaga

Un artículo de Borja López
Fisioterapeuta de Vital&Clinic

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