¿Qué es el tono muscular en bebés?

El tono muscular es la contracción parcial, pasiva y continua de los músculos en su estado de reposo. Este fenómeno es el que mantiene la postura del cuerpo.

Cuando el tono muscular está afectado puede haber hipotonía (tono disminuído) o hipertonía (tono elevado) y al igual que en los adultos, son posibles alteraciones en los recién nacidos, por lo que es importante atender a las señales para poder detectarlo y tratarlo en caso necesario.

Todos los bebés nacen con hipotonía axial, es decir, flacidez de la parte central del cuerpo, y en brazos y piernas van a tener hipertonía. Esta situación se resuelve con el crecimiento del niño.

 

¿Cuáles son las señales de hipotonía en bebés?

 

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Unas de las señales más comunes es cuando el bebé se sienta como si fueran “muñecos de trapo” al cargarlos. Cuando están boca arriba sus miembros se encuentran estirados, mientras que los niños con tono normal tienden a tener los codos y las rodillas flexionados.

Además, en estos casos no hay un buen control de la cabeza, pudiendo caer hacia los lados, adelante o atrás. Lo mismo ocurre cuando tienen edad para sentarse pero no son capaces de mantenerse erguidos.

La hipotonía acarrea problemas en el desarrollo motor del niño, ya que sus articulaciones no tienen la resistencia adecuada para realizar los movimientos, y puede provocar deformidades óseas por el mismo motivo.

 

¿Cuáles son las señales de hipertonía en bebés?

 

Como hemos comentado, es normal que el recién nacido tenga hipertonía en los miembros superiores e inferiores, y debe de ir suavizándose conforme el niño se va desarrollando. Este aumento del tono muscular es más común en bebés prematuros, ya que sus músculos aún no están preparados para moverse adecuadamente fuera del útero, pero esta situación debería de desaparecer de forma progresiva al igual que en el caso anterior.

En este caso el bebé puede verse apretado, en forma de “ovillo”, y se nota resistencia para moverle pasivamente los brazos o las piernas.

La contracción continua mantenida en el tiempo hace que los músculos pierdan elasticidad, terminando en contracturas si no se tratan. Esto puede conllevar malas alineaciones óseas que también pueden conducir a deformidades esqueléticas.

 

¿Cuándo acudir a un especialista?

Es primordial acudir al pediatra ante cualquier sospecha para que nos aporten orientación sobre el posible problema que pueda tener el bebé. Las causas de estas alteraciones puede ser una lesión neurológica, un síndrome, alguna alteración genética o simplemente falta de estimulación del bebé, la cual debe tratar un fisioterapeuta especializado.

Por todo ello es importante realizar un diagnóstico y tratamiento precoces ante las primeras señales de alarma de nuestro bebé.

 

Ana Campos fisioterapeuta

 

Ana Campos
Fisioterapeuta

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