El ictus es una de las principales causas de discapacidad. Son más de 330.000 personas que han sufrido un accidente cerebrovascular en España.

El ictus es una condición por la que se afectan los vasos sanguíneos cerebrales y limita o anula el aporte sanguíneo. El cerebro no recibe el oxígeno y la glucosa que necesita para su correcta función. El cese del aporte sanguíneo puede producirse de dos formas:

  • Por ictus isquémico. Existe un trombo, que puede generarse en cualquier parte del cuerpo, que bloquea el vaso cerebral.
  • Por ictus hemorrágico. Uno de los vasos que irrigan el cerebro se rompe y supone la aparición de sangrado cerebral.

ictus tratamiento con cámara hiperbárica

Por cada minuto que pasa tras el ictus, mueren casi dos millones de neuronas. Esto va a producir secuelas en las distintas funciones cerebrales como, por ejemplo, limitaciones motoras y cognitivas. La secuela más característica del ictus es la parálisis de la mitad del cuerpo, produciendo en el paciente la incapacidad para mover el hemicuerpo afectado, de sentir y de interactuar con el medio. Esto se denomina hemiplejia.

El tratamiento en la fase aguda del ictus es el aporte externo de oxígeno para minimizar los efectos de la isquemia que se produce en el cerebro.

En esta fase aguda también se podrá utilizar la cámara hiperbárica que tenemos en nuestro centro, para permitir que el aporte de oxígeno sea mayor.

La cámara hiperbárica es un tratamiento sistémico complementario, por el que se respira oxígeno a una presión atmosférica mayor de la que tenemos como presión normal. Se realiza en una cámara presurizada y es un procedimiento seguro y con pocos efectos secundarios.

En diversos estudios se estudia cómo una presión atmosférica de 1,5-3 ATA (Atmósferas Absolutas de Presión) aumenta significativamente el aporte de oxígeno al tejido, mejora la circulación y estabiliza el proceso isquémico. Se afirma, por tanto, que la cámara es un agente neuroprotector.

Si bien, el tejido que ha sufrido la isquemia no es recuperable, las neuronas que no han sufrido daño pueden captar el oxígeno aportado por la cámara recuperando su actividad normal y permitiendo el crecimiento de nuevo tejido cerebral.

Por lo tanto, el uso de la cámara hiperbárica trae como resultado la disminución y la interrupción de las posibles secuelas tras el ictus, la reversión de déficit motor, la mejora de la función motora y la aceleración del tiempo de rehabilitación.

 

Quintero Fisioterapeuta en Vélez Malaga Vital&CLinic

 

 

 

Araceli Quintero

Fisiotera

 

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