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Excesos navideños: 2 claves fundamentales para recuperar el peso tras las navidades.

Antes de contarte que dos cosas tienes que tener en cuenta para deshacerte de las consecuencias que han tenido los excesos navideños en tu composición corporal y salud (no nos olvidemos de que esto último es lo más crucial), es importante aclarar que cualquier momento (mientras antes mejor) es bueno para empezar a comer de manera más sana.

El motivo por el que se empiezan los cuidados alimentarios a primeros de año, viene siempre asociado a los descuidos navideños, que empiezan desde el puente de diciembre y culminan con el típico y glorioso roscón de Reyes.

Durante todo ese periodo de tiempo se asocia la comida a las relaciones sociales y básicamente nos dejamos llevar por las circunstancias, aprovechando la más mínima ocasión para utilizarla como la excusa perfecta.

Además, se le suman las ganas acumuladas de años anteriores por reunirnos, y que me mejor manera de hacerlo que en torno a la comida.

Emplear la comida como vía de canalización de emociones, en este caso, provoca no sólo una sobre ingesta calórica sino una inadecuada elección de alimentos.

Y de aquí viene la primera clave que hay que tener en cuenta si quieres recuperar tu status anterior a las fiestas incluso mejorarlo para mantenerlo en el tiempo:

Comer de manera consciente o practicar el mindful eating.

Este término deriva de la técnica del mindfulness, que no es más que prestar atención plena a algo que estamos haciendo para aislarnos de otros pensamientos o tareas, pero aplicado al momento de comer.

¿Quién no come hoy en día con alguna distracción?

Aparte de los excesos navideños, también influyen las pantallas y redes sociales que han pasado a ser nuestros compañeros de mesa más fieles, y mientras estás viendo un vídeo en Tik Tok, comes de manera inconsciente casi sin masticar lo suficiente, sin atender a tu saciedad y sin apreciar sabores, olores y texturas de lo que ingieres, o lo que viene a ser engullir.

Y esto no solo conlleva a la sobre ingesta sino además acarrea ciertos problemas digestivo de los que responsabilizamos rápidamente a los vegetales (“la lechuga me da gases”, “los garbanzos me hinchan el estómago”).

Por eso, entrenando con las herramientas adecuadas esta práctica, sin tener en mente restricciones ni prohibiciones, lograrás llegar al punto de saciedad de manera que al final del día habrás comido lo que tu organismo, por necesidad fisiológica, te ha demandado, ni más ni menos, provocando una reducción de calorías no impuesto por nadie más que por tus propias necesidades y por tanto una bajada de peso y grasa corporal.

Además de comer cuando tu cuerpo lo requiera, es esencial escoger correctamente y de manera proporcionada lo que se ingiere.

Por lo que la segunda clave es montar tu plato saludable.

excesos navideños¿Cómo? Pensando primero en qué verduras van a conformar la base del mismo.

Las verduras y las hortalizas aportan muy pocas calorías, pero son de alta densidad nutricional por su aporte en fibras prebióticas, vitaminas y minerales. Esto quiere decir que si ellas son las predominan en nuestro plato, lograremos saciarnos con la menor cantidad posible de calorías y cubriendo el aporte de la mayoría de micronutrientes que necesitamos para estar sanos.

La otra mitad del plato la vamos a repartir entre alimentos ricos en hidratos de carbono (priorizando cereales integrales y tubérculos) y en proteínas (carnes, pescados, huevos, lácteos y legumbres).

Las grasas que deben acompañar nuestro plato deben ser saludables (aceite de oliva, aguacate, frutos secos y semillas) y moderadas en cantidad, pero sin la necesidad de hacer limitaciones extremas, puesto que también las necesitamos para nuestra salud y para alcanzar una composición corporal óptima.

 

¿Pensabas que te iba a dar el nombre de algún “quema grasa” mágico o el de alguna “dieta” maravillosa?

excesos navideños

Te puedo asegurar que, tener siempre en mente las palabras peso y dieta, no te van a ayudar a que logres alcanzar tu objetivo y menos aún mantenerlo en el tiempo.

Comer lo que necesitas sin necesidad de pesar ni contar calorías, seleccionando los ingredientes correctos y en la proporción adecuada será la clave y la base del comienzo de un cambio de hábitos con resultados satisfactorios para tu salud.

Un estilo de vida saludable se alcanza aprendiendo a comer de manera saludable llevando a cabo pequeños cambios de manera progresiva, acompañado de la práctica de ejercicio físico y del bienestar emocional.

 

Carmen Martin Nutricionista

 

 

Carmen Martín

Dietista nutricionista

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