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El esguince de tobillo recidivante y la importancia de su tratamiento fisioterapeútico
Una torcedura (esguince) de tobillo es una lesión de uno o varios ligamentos del tobillo. Los ligamentos son bandas fuertes de tejido que conectan un hueso con otro y ayudan a mantener la estabilidad de las articulaciones. Este tipo de lesiones pueden ser de varios grados, dependiendo de la afectación del mismo:
GRADO I (sobreestiramiento o elongación del ligamento. Sin rotura o desgarro de fibras importante): existe dolor, cuya intensidad puede ser muy variable según los casos, y que suele aparecer de forma progresiva junto a la inflamación. La impotencia funcional no existe o es mínima y existe poca tumefacción de la zona. No hay inestabilidad articular
GRADO II (desgarro parcial de un ligamento con incapacidad funcional moderada): hay dolor a la palpación sobre las estructuras lesionadas. Existe tumefacción precoz por el edema de partes blandas, inflamación local notoria y hematoma en las primeras 24-48 horas. La impotencia funcional es moderada. Existe inestabilidad articular que se pone de manifiesto con las maniobras de movilidad pasiva.
GRADO III (rotura completa y pérdida de integridad de un ligamento): la tumefacción por el edema y la inflamación local es inmediata tras el accidente. El hematoma es también precoz. El dolor es intenso desde el principio, con percepción clara de la gravedad por parte del paciente. Existe impotencia funcional total, con imposibilidad para el apoyo. En ocasiones a esta fase inicial de dolor agudo e intenso puede seguir otra de analgesia debido a rotura de haces nerviosos aferentes.
Todos estos grados tienen algo en común, y es que hay una lesión del ligamento, lo cual tiene bastante importancia con respecto a la propiocepción de la persona.
¿Qué es la propiocepción cuando hablamos de esguince de tobillo?
La palabra propiocepción deriva de sus raíces “propio-”, que significa de uno mismo; y “-cepción”, que significa consciencia. Es decir, la consciencia de lo propio: la consciencia de la propia postura corporal con respecto al medio que nos rodea. Esta palabra es imprescindible en las personas, ya que es la encargada de que podamos esquivar algo sin caernos, la que nos permite saltar y al caer no haya ninguna lesión, la que nos permite ponernos a un pie…
La relación que tienen las lesiones ligamentosas y la propiocepción, es que los ligamentos son un tejido con una conexión aferente capaz de mandarle al sistema nervioso la información suficiente para aguantar el equilibrio, para saltar un charco y no caernos. Podríamos decir que los ligamentos tienen “memoria”, y el problema cuando hay una lesión de ligamentos sin haberse tratado es que no los sometemos a la recuperación de dicha “memoria”.
De ahí que desde Vital&Clinic apostemos por el tratamiento combinado de nuestros fisioterapeutas con las últimas técnicas con los compañeros de readaptación física que someten a esos ligamentos a volver a su estado normal.
Con nuestras técnicas de manipulación del tobillo, EPI y neuromodulación, técnicas basadas en la evidencia más actual, conseguimos llevar a la articulación a su mejor estado, tratando tanto a nivel articular para bajar la inflamación por completo como a nivel nervioso y muscular para activar la analgesia y disminuir el dolor de nuestro paciente por completo.
Nuestros compañeros de readaptación física, posteriormente, se encargaran de activar de nuevo la musculatura estabilizadora del tobillo, para prevenir futuras lesiones, además de encargarse de llevar la propiocepción de tal articulación a niveles óptimos, lo que disminuirá drásticamente el porcentaje de lesiones de tobillos recidivantes. Es el momento de concienciarnos en que los esguinces de tobillos no graves, no pueden tener una recuperación pasiva con inmovilizaciones, sino que prácticamente desde el día 1 hay que drenar, movilizar y actuar fisioterapéuticamente sobre ellos.
FRANCISCO RUIZ RODRIGUEZ
Fisioterapeuta
