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La alimentación antiinflamatoria como parte del abordaje de la artrosis
De sobra se sabe que comer sano es beneficioso para salud en general, pero incluso aunque se llegue a pensar qué relación hay entre articulaciones y nutrición, la hay y más de lo que se cree.
No solo el exceso de peso provoca más daño articular, además la inflamación que puede haber a nivel celular es, en parte, responsable del dolor.
Pautas para la alimentación antiinflamatoria
Por supuesto primero se deben asentar unas bases con pautas alimentarias sanas, pero si además de eso incluimos de manera persistente alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 y en polifenoles, los resultados van a multiplicarse.
Un consumo moderado de grasas, priorizando que estas sean de buena calidad, van a hacer que haya un correcto equilibro entre ácidos grasos omega 3 (mayor consumo, en alimentos como aceite de oliva, aguacate, pescado azul, nueces y semillas de chía) y omega 6 (reducir consumo evitando alimentos como el aceite de girasol y procedente de otras semillas).
Este pequeño cambio ayuda a reducir la inflamación provocada por la enfermedad articular.
Por otro lado, hablaba de polifenoles, compuestos fenólicos de procedencia vegetal como los flavonoides o la quercetina, presentes en alimentos como: frutos rojos, cebolla, ajo, cacao, cúrcuma, jengibre…
Eso sí, en el caso de la cúrcuma, su consumo debe ir acompañado a la pimienta negra para que el ácido cumárico (polifenol de esta raíz) se active y, por tanto, ejerza su efecto antiinflamatorio.
En Vital&Clinic contamos con una unidad de asesoramiento nutricional, donde se le enfoca al paciente una base de hábitos alimentarios saludables y unas pautas donde se le recomienda qué alimentos consumir más por su carácter antiinflamatorio.
Además, contamos con unidades de rehabilitación, readaptación personal, entrenamientos personales… para la recuperación del paciente y su evolución, mejorando así el dolor de la artrosis.
Carmen Martín
Diestista nutrionista
